Más allá de los fondos europeos

No cabe duda que Europa ofrece unas oportunidades de financiación muy interesantes para los ayuntamientos. Existe una amplia gama de fondos que las corporaciones municipales pueden aprovechar para poner en marcha proyectos que incidan sobre diferentes ámbitos temáticos desde los cuales abordar los principales problemas urbanos a los que actualmente se enfrentan las ciudades: I+D+i, emprendizaje y competitividad local, cambio climático y economías bajas en carbono, transporte sostenible, inclusión social, empleo, o educación,… todos ellos ámbitos alineados con los objetivos estratégicos de las principales políticas europeas y donde los municipios podrán encontrar, sin duda, alguna convocatoria que se ajuste a las necesidades o al proyecto que se pretende activar.

Un buen mapa de financiación europea, detallado por convocatorias específicas, temáticas, requisitos de participación, etc. es una valiosa herramienta que todo ayuntamiento puede emplear para identificar y acceder a un apoyo económico complementario para desplegar actuaciones que, dado el recorte que en los últimos años se han producido en determinadas partidas presupuestarias, no acaban de arrancar.

Pero, más allá de la obtención en si de estos fondos, cuestión siempre impredecible y sujeta por lo general a concurrencia competitiva, mirar hacia el marco estratégico europeo es siempre un ejercicio sano para los ayuntamientos, puesto que requiere la adopción de nuevos enfoques de trabajo que mejorará la eficiencia de la gestión urbana municipal. Enfoques relacionados con el trabajo interdepartamental y en red, con metodologías formales de planificación, así como con la alineación hacia objetivos temáticos comunes en el entorno urbano europeo, todos ellos necesarios para poder optar a fondos europeos y, lo más importante, para generar dinámicas de trabajo innovadoras que incrementarán la eficiencia de la acción pública.

En primer lugar, considerar el amplio abanico de oportunidades de financiación que ofrece Europa requiere adoptar un enfoque de trabajo interdepartamental, transversal y, además, en red con el ecosistema local de innovación. Los diferentes departamentos municipales, tradicionalmente muy compartimentalizados, han de encontrar los espacios de reflexión adecuados para afrontar, de manera conjunta, problemas urbanos que necesitan ser atendidos desde diferentes puntos de vista; además este trabajo interdepartamental ha de considerar los principales agentes con los que a nivel local puede contar el ayuntamiento para establecer interesantes proyectos de colaboración público-privada.

En segundo lugar, la preparación de proyectos europeos, en muchas ocasiones, obliga al equipo municipal a seguir unas líneas metodológicas muy definidas, más o menos innovadoras, pero que según el grado de madurez organizativa del ayuntamiento es posible que generen una dinámicas de trabajo adecuadas para la generación de ideas y proyectos de interés para el municipio.

En tercer lugar, y en relación a la adopción de estas metodologías, mirar hacia Europa significa enfocar los proyectos municipales hacia los objetivos temáticos que guían las principales políticas de la Comisión Europea. Mantener esta alineación de objetivos no sólo en la configuración de proyectos europeos sino en el despliegue de políticas municipales más amplias ofrece un marco estratégico muy interesante para el gobierno municipal.

En cuarto lugar, y como actitud transversal a todos los enfoques considerados, la consideración del marco estratégico europeo en la búsqueda de oportunidades de financiación ha de forzar al ayuntamiento a incluir la variable innovación tanto en el diseño como en el despliegue de proyectos y actuaciones conjuntas. Se debe romper con las inercias tradicionales de búsqueda de financiación para hormigón y asfalto y generar dinámicas que aporten contenido, procesos y nuevas formas de activación de proyectos coste-eficientes que redunden en un beneficio real para el desarrollo del municipio.

Por último, y en relación al primer enfoque descrito sobre el trabajo en red, considerar las diferentes convocatorias europeas conlleva necesariamente el establecimiento de alianzas y colaboraciones a nivel internacional, por supuesto con municipios, pero también con otros agentes empresariales, sociales o del ámbito académico. El hecho de participar en consorcios internacionales es ya de por si algo enriquecedor por el intercambio de conocimiento y experiencias inherentes a estos equipos de trabajo, algo que, con toda seguridad, fortalecerá la gestión urbana municipal, mejorará el diseño y despliegue de políticas locales en diferentes ámbitos, e incrementará las oportunidades de activación de proyectos tractores para el municipio.

Autor: Iván de Torres, Consultor Enerlis Área Sostenibilidad, Estrategia e Innovación

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